Ante la necesidad de dotar al arma submarina española de un equipo que posibilitara el escape de las dotaciones desde un sumergible hundido, Pablo Rondón Soriano, buzo mayor de la Armada, patenta en 1934 un equipo conocido popularmente como “Sistema España” o “Chaleco España”.
Basándose en los principios de los equipos de circuito cerrado extranjeros ya existentes, diseña un equipo simple y funcional que no sólo serviría para efectuar un escape de emergencia desde un submarino sino también para utilizarlo en todo tipo de trabajos subacuáticos a poca profundidad e incluso como respirador de superficie en atmósferas tóxicas o viciadas.
Según la descripción detallada en la patente, constaba de un saco o pulmón estanco de unos 14 litros de capacidad, confeccionado con varias capas de caucho y tejido textil, el cual se pasaba por la cabeza del submarinista y se sujetaba a su pecho mediante unas correas fijadas a la espalda y la entrepierna. De la parte central del saco partía una tráquea de caucho rematada en una boquilla que se emplazaba en la boca del submarinista y se aseguraba a esta mediante una tira de goma que rodeaba el cuello. En la parte inferior, este saco llevaba conectados 2 pequeños tanques cilíndricos de acero de 0,4 litros, uno de ellos cargado con una mezcla de O2 y N2 y el otro con O2 al 100%. Ambos se podían cargar a una presión máxima de 150 atm lo que resultaba en un almacenamiento total de 120 litros de gas respirable. A través de unos grifos regulables a voluntad por parte del submarinista, los cilindros iban liberando la mezcla gaseosa a medida que se fuera necesitando. La proporción de la mezcla gaseosa con la que se cargaban los cilindros variaba según fueran las condiciones de trabajo en las que se fuera a utilizar el equipo.
Estaba dotado además de una válvula de sobrepresión que permitía liberar el exceso de gas acumulado en el saco y un receptáculo donde se alojaba el producto químico encargado de absorber el CO2 resultante de la respiración del submarinista, lo que evitaba su intoxicación y posibilitaba un tiempo de utilización muy superior. Así, el aire que se iba acumulando en el interior del saco o pulmón podía ser utilizado varias veces El peso total del equipo con ambos cilindros cargados, no superaba los 8 kg.
Fuente: Cartagena Histórica - Cuaderno Monográfico nº 36
Pablo Rondón, tras realizar personalmente una serie de pruebas en tanque hidráulico y mar abierto, demostró que su equipo en manos de un buzo experimentado podría proporcionarle una autonomía de uso de hasta unas 2 horas a -5 m de profundidad. Lógicamente esta autonomía iría disminuyendo proporcionalmente al aumento de la profundidad y de la actividad física del submarinista.
Juan Ivars, en su excelente publicación “Historia del buceo. Su desarrollo en España” (Ed. Mediterráneo, 1987), confirma que el propio Pablo Rondón, probó con éxito la posibilidad de abandonar un submarino desde una profundidad de -20 m utilizando el equipo “España”.
El equipo se completaba con unas sandalias de madera lastradas (en caso de usarse para trabajos subacuáticos), unas gafas estancas binoculares y una pinza nasal de goma con resorte.
El equipo autónomo de mezcla de gases “España”, fue validado por la Armada Española y se suministró a las dotaciones de sus submarinos y buques de superficie durante varios años hasta que fue sustituido por otros sistemas más avanzados. Desconocemos la fecha hasta la cual se estuvo utilizando en la Armada.
Curiosamente, cuando estaba ya a punto de caducar la patente original de 20 años, en 1954, Pablo Rondón registra una nueva patente de unas mejoras del equipo “España”. Desconocemos si estas nuevas modificaciones llegaron a aplicarse o fue un simple trámite para poder seguir manteniendo la patente en su poder durante otros 20 años más.
Fuente: Cartagena Histórica - Cuaderno Monográfico nº 36
EL INVENTOR
Pablo Rondón Soriano, nació en 1900 en La Línea de la Concepción (Cádiz). Hijo de un buzo profesional, se inicia desde muy joven en el arriesgado oficio familiar, donde en pocos años destaca gracias a su gran labor en diversos reflotamientos de buques y obras civiles de ingeniería subacuática.
En 1922 ingresa en la Escuela de Buzos de la Armada en Cartagena como buzo de 3ª clase y en 1927 es ascendido a buzo de 1ª clase. En la Armada se distingue por su determinación a la hora de afrontar las tareas más duras y peligrosas siendo siempre muy bien considerado por los mandos de la base. Se encarga asimismo de las tareas docentes como profesor de la Escuela de Buzos.
En 1935 recibe la Cruz de 1ª clase de la Orden del Mérito Naval con distintivo blanco.
En 1953 se retira del servicio activo como Buzo Mayor de la Armada, cargo que ocupó durante sus últimos 12 años en la Armada.
En diciembre de 1970, su hijo, Antonio Rondón Guil, también buzo de la Armada, pierde la vida durante las tareas de reflotamiento y salvamento del carguero “Erkowit” varado en la Ría de A Coruña (Galicia).
Fuente: La Línea en Blanco y Negro
"En 1982, pocas semanas después de entrevistarse con Juan Ivars, fallece a la edad de 82 años."